El paraíso es un lugar dividida en 9 cielos, y se encuentran
las almas de quienes no guardaron sus votos., los santos, héroes, etc. Aquí las
almas ocupan un orden conforme a sus acciones virtuosas. En el cual Dante
recorre y al final Beatriz conduce hacia el empíreo que es donde reside Dios el
describe que es le lugar como una sensación de profundo gozo.
El paraíso.
Las nueve esferas llamadas Luna, Mercurio, Venus, Sol,
Marte, Júpiter, Saturno, las Estrellas fijas, y el Primer móvil, están
organizados según la jerarquía de los ángeles. Dante también evoca otras
asociaciones, como la existente entre Venus y el amor romántico. Las primeras
tres esferas están asociadas a formas deficientes de Coraje, Justicia, y
Templanza. Las otras cuatro se vinculan a ejemplos positivos de Prudencia,
Coraje, Justicia, y Templanza; por su parte, la Fe, la Esperanza y la Caridad
se concentran en la octava esfera.
Primera esfera “Luna (los inconstantes)”
Beatriz explica a Dante el porqué de las marcas en su
superficie, describiendo un sencillo experimento de óptica. Las fases de la
Luna se asocian con la inconstancia. Su esfera es por ende la de las almas que
abandonaron los votos monásticos, y por ende presentaron deficiencias en su
virtud de coraje.
Beatriz explica que un voto es un pacto firmado entre el
hombre y Dios en el cual una persona ofrece su libertad a Dios. Estas
decisiones no deben tomarse a la ligera, y deben mantenerse una vez realizados,
a menos que mantenerlo acarree un mal demasiado grande, como el sacrificio de la
hija de Jefté y de Agamenón.
Segunda esfera
“Mercurio (Los ambiciosos)
Dante conoce en esta esfera el emperador Justiniano, quien
se presenta con las siguientes palabras: "Cesar fui y soy
Justiniano," indicando que su personalidad permanece, pero que su cargo
terrenal ya no tiene validez. Justiniano cuenta la historia del Imperio romano,
mencionando entre otros a Julio César y Cleopatra; y lamenta la situación
actual de Italia, debido al conflicto entre güelfos y gibelinos que así
describe en él. Por asociación, Beatriz habla sobre la Encarnación y la
Crucifixión de Jesús, que sucedió en tiempos del Imperio romano.
Tercera esfera “Venus
(Los amantes)”
Al planeta Venus tradicionalmente se lo asocia con la diosa
del amor, por lo que el autor lo convierte en la esfera de los amantes.
Dante encuentra a Carlos Martel de Anjou-Sicilia, a quien ya
conocía, y quien expresa que para funcionar correctamente cualquier sociedad
necesita gente de diferentes tipos. Esas diferencias se ilustran con Cunizza da
Romano, quien se encuentra en el Cielo, mientras que su hermano Ezzelino III da
Romano en el Infierno, entre los violentos del séptimo círculo.
El trobador Fulco de Marsella habla de la tentación del
amor, y recuerda que el cono de la sombra de la Tierra toca la esfera de Venus.
Condena la ciudad de Florencia por producir la "flor maldita"
responsable de la corrupción eclesiástica, y critica la clerecía por dedicarse
al dinero, en vez de consagrarse a las Escrituras y en los textos de los Padres
de la Iglesia.
Cuarta esfera “Sol
(Los sabios)”
Dante encuentra ejemplos positivos de Prudencia, Justicia,
Templanza, y Coraje. En el Sol, que es la fuente de luz de la Tierra, Dante
encuentra los máximos ejemplos de prudencia: las almas de los sabios, quienes
ayudaron a iluminar el mundo intelectualmente.
Al principio un círculo de doce luces brillantes baila
alrededor de Dante y Beatriz, donde le cuenta la vida de San Francisco de Asís.
En una segunda etapa doce nuevas luces aparecen, una de las
cuales es San Buenaventura, un franciscano, que cuenta la vida de santo Domingo
de Guzmán, fundador de la orden a la que Santo Tomás pertenece. Como las dos
órdenes no siempre fueron amigas en el mundo terreno, tener miembros de una
homenajeando al fundador de la otra muestra que el amor reina en el cielo. Las
veinticuatro luces giran en torno a Dante y Beatriz, cantando la Trinidad.
Santo Tomás explica la sorprendente presencia de Salomón, quien se encuentra en
el lugar por sabiduría real, más que filosófica o matemática.
Quinta esfera “Marte
(Los guerreros de la Fe)”
Al planeta Marte tradicionalmente se le asocia con el dios
de la guerra, por lo que Dante hace de esta esfera la de los guerreros de la
fe, quienes dieron su vida por Dios, mostrando por ende la virtud del coraje. Los
millones de centellas de luz que son sus almas forman una cruz griega en el
planeta Marte, y el autor la compara con la Vía Láctea.
Dante conoce a su ancestro Cacciaguida, quien participó en
la Segunda Cruzada, y habla en términos elogiosos de la República de Florencia
del siglo XII, pero lamenta la decadencia de la ciudad de los tiempos del
autor. Como el tiempo de la narración de la obra sucede antes del de la
escritura, en 1300, y por ende antes del exilio del autor, algunos personajes
del poema pueden "predecir" un porvenir ominoso. De hecho,
Cacciaguida responde a una pregunta de Dante sin el menor ambage, revelándole
que vivirá en el exilio.
Sexta esfera “Júpiter
(Los buenos gobernantes)”
El planeta Júpiter se suele asociar con el rey de los
dioses, por lo que Dante lo escoge como la esfera en que figurarán los reyes
que se caracterizaron por su justicia.
En esta esfera se encuentran David, Ezequías, Trajano,
Constantino I, Guillermo II de Sicilia, y Rifeo el troyano, quien fue un pagano
salvado por la merced de Dios. Las almas que forman el águila imperial hablan
con una sola voz, y hablan de la justicia de Dios.
Séptima esfera
“Saturno “(Los contemplativos)
La esfera de Saturno es la de los contemplativos, que
incluye la templanza. Dante encuentra a Pedro Damián, y discute con él sobre el
monacato, la doctrina de la predestinación, y la triste situación de la Iglesia.
Beatriz, quien representa la teología, se hace cada vez más adorable y llena de
gracia, lo cual es una señal que indica la cercanía de la percepción del
observador a la de Dios.
Octava esfera “las
estrellas fijas, fe, esperanza y amor”
La esfera de las Estrellas fijas es la de la Iglesia
militante. En este punto, Dante vuelve la vista atrás para contemplar tanto las
siete esferas por las que ha pasado como la Tierra.
Dante ve asimismo a la Virgen María y otros santo. San Pedro
examina a Dante sobre la fe, preguntándole qué es, y si alberga o no ese
sentimiento. Tras la respuesta, San Pedro le pregunta al protagonista cómo sabe
que la Biblia es verdadera, y Dante cita el milagro de que la iglesia haya
crecido tan pronto y tan robusta a partir de orígenes tan humildes.
Novena esfera “Primer
móvil de los ángeles”
El Primer Móvil es la mayor esfera del universo físico. Dios
la mueve directamente, haciendo que por reacción a su vez se muevan todas las
otras esferas que alberga.
El Primer Móvil es la morada de los ángeles, y allí ve Dante
a Dios como un intenso punto de luz rodeado de nueve anillos de ángeles.
Beatriz explica la creación del universo, y el papel de los ángeles, terminando
con una severa crítica a los predicadores de entonces.
En conclusión, el
paraíso es un lugar en donde llaga las almas las hicieron buenas acciones y no reciben
ningún castigo y también ahí habitan los ángeles y los santos.
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